En una romería del Rocío se conocieron nuestros protagonistas, Luis de Madrid, Isabel de Huelva. Un cruce de miradas, unas sonrisas y el comienzo de una amistad. Amistad que separan muchos kilómetros cuando termina la romería porque cada un tiene que volver a su vida diaria. Pero esa amistad crece y esa chispa que saltó en el la aldea encuentra continuación un fin de semana en Matalascañas. Este reencuentro confirma lo que ya estaban sintiendo, lo que ya estaba naciendo entre ellos, el amor.
Amor que demuestra Luis a Isabel pidiéndole matrimonio en el mismo lugar donde se conocieron en plena presentación ante la virgen.
Para atestiguar aquel momento eligieron la Hacienda Montija, en Huelva . Un lugar espectacular donde yo me siento como en casa.
En sus jardines y como no podía ser de otra forma, el novio y sus amigos vestían de corto y la novia con un vestido de aires flamencos. La música de la ceremonia en directo y el ritual de la arena con arenas del Rocío y Matalascañas nos llevo a recordar su bonita historia.
Una ceremonia civil llena de emotividad, llena de lágrimas de alegría. Una boda donde palomas blancas anunciaron el compromiso de amor que Luis e Isabel sellaron uniendo sus manos como se unen dos almas para que sus fortalezas sean el doble de grandes.
Muchas gracias por la confianza puesta en nosotros.
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